Eres una expresión de la divinidad en este mundo y tu principal responsabilidad es honrarlo, respetarlo y cuidarlo.
Para ellos debes poner límites, debes encontrar un equilibrio que te cuide a ti y que sirva a las personas que acompañas a diario.
No estás aquí para salvar a nadie, no importa si te dedicas al crecimiento personal, a la alimentación, la gestión del dinero, los negocios o comunicación.
Ocupa tu verdadero rol con la elevación de consciencia de este gran colectivo de profesionales.